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Génesis Callero pensaba que le faltaba poco para alcanzar su meta.

La estudiante senior de 18 años había logrado un progreso académico rápido desde que llegó a la Cyberarts Studio Academy de Park Slope, Brooklyn —conocida como CASA— a donde llegó de Ecuador el año pasado sin hablar inglés. Había aprobado cuatro de los cinco exámenes Regents requeridos y obtenido más que suficientes créditos para graduarse, nos dijo Génesis y un empleado de la escuela familiarizado con su transcripción de créditos.

Todo lo que faltaba era tomar y aprobar el examen English Language Arts (ELA), el único examen Regents que los inmigrantes recién llegados no pueden tomar en su idioma materno. Según los educadores, los estudiantes que están aprendiendo inglés como segundo idioma a menudo necesitan más tiempo y apoyo para aprobar el examen. Aun así, Génesis se sentía optimista sobre la posibilidad de obtener su diploma este año escolar y hasta se había tomado una foto profesional de graduación.

Por esa razón la adolescente se sorprendió cuando las autoridades escolares, entre ellas la principal Valrie Wauchope, la citaron a una reunión hace poco más de dos meses y le dieron una noticia devastadora.

Génesis no podía graduarse de CASA y tampoco su hermana Karen de 17 años y también estudiante senior, nos contó Génesis que le dijeron los funcionarios de la escuela. Les dijeron a las niñas que tendrían que transferirse de escuela y les recomendaron la Escuela Superior New Dawn Charter, orientada para estudiantes mayores en riesgo de no graduarse.

“Me dijeron que no, que ellos no me pueden ayudar en ese colegio”, dijo Génesis en español, recordando su reunión con los funcionarios de CASA. “A mí me parecía algo injusto”.

A diptych of two high school senior graduation photos on a black background.
Las fotos profesionales de graduación de Genesis y Karen Callero. (Images courtesy of the Callero Family)

La familia sintió que no había más opción que transferir a sus hijas. En cuestión de días Génesis y Karen se fueron de CASA.

Las adolescentes no eran las únicas. Según las entrevistas con las familias de seis estudiantes inmigrantes de CASA — todos ellos estudiantes senior que habían reprobado recientemente el examen ELA de Regents, según las familias y el personal — Wauchope les dijo recientemente a sus hijos que no se graduarían si permanecían en CASA y les aconsejó que se trasfirieran inmediatamente.

“Si él se queda, no se va a graduar”, le dijo a Chalkbeat en español la mamá de otro estudiante senior de 17 años en CASA, recordando lo que la principal le dijo. La mamá pidió permanecer en el anonimato porque teme poner en peligro un caso de inmigración activo.

Todas las familias han transferido a sus hijos de CASA, según las entrevistas y los expedientes escolares obtenidos por Chalkbeat.

Wauchope, que está en su primer año como principal de CASA, no respondió a las llamadas telefónicas ni a un email que le enviamos para pedir sus comentarios. La portavoz del Departamento de Educación, Chyann Tull, dijo: “Tomamos muy en serio las alegaciones de que algún estudiante haya sido presionado para transferirse de su escuela, y vamos a investigar todas las quejas formales cuando surjan. Todo estudiante tiene derecho a permanecer en su escuela hasta graduarse y a estar inmerso en un ambiente de aprendizaje que le apoye”. Tull no dijo inmediatamente si el departamento ha recibido quejas sobre CASA.

Tres empleados de la escuela, que hablaron de manera anónima por temor a represalias, sostienen que los estudiantes hubiesen podido graduarse en CASA con más tiempo. Los estudiantes inmigrantes con frecuencia no aprueban el examen ELA de Regents en el primer intento pero pueden aprobarlo con tiempo adicional y apoyo. Solo el 27% de los estudiantes que están aprendiendo inglés en la ciudad aprobaron el examen ELA de Regents en 2023, según los datos del estado. De conformidad con las leyes de Nueva York, los estudiantes pueden permanecer en la escuela hasta el año escolar que comiencen a los 21 años.

Los empleados sospechan que se presionó a los estudiantes a transferirse porque si no se graduaban este ano, eso perjudicaría la tasa de graduación en cuatro años de la escuela — una medida clave del rendimiento de los principales de escuela en la ciudad. La tasa de graduación en cuatro años de CASA en junio de 2023 fue de 75%, una tasa menor al promedio de la ciudad de 81%.

“Son nuestros mejores estudiantes. Vienen a la escuela todos los días, aprueban sus otros exámenes Regents”, dijo un empleado, añadiendo que algunos estudiantes no tienen hogar y no llevan mucho tiempo en el país. “Todo esto es porque no pueden aprobar sus exámenes Regents de inglés a tiempo. Presionarlos a transferirse... es vergonzoso”.

Los empleados dijeron que les preocupa que la situación continúe con los estudiantes que estén aprendiendo inglés como idioma nuevo en el futuro.

Annette Renaud, que ha sido madre activista por mucho tiempo, es ex presidente de la Asociación de Padres de CASA, y sigue participando en la escuela para apoyar a varios familiares que asisten allí, dijo que se acercó a algunas de las familias de los estudiantes inmigrantes después de que el personal le hablara de la situación. Espera que los estudiantes puedan volver a matricularse en CASA.

“No sé a cuántos médicos, abogados, supervisores de saneamiento, asistentes del hogar... hemos sacado por la puerta”.

Presiones de graduación sobre los administradores

Varios administradores escolares de toda la ciudad de Nueva York le dijeron a Chalkbeat que los principales de escuela superior con frecuencia enfrentan una intensa presión para mejorar sus tasas de graduación en cuatro años. Esa presión puede ser especialmente aguda para escuelas como CASA, que han absorbido un gran número de estudiantes inmigrantes recién llegados en medio del caudal de casi 36,000 estudiantes inmigrantes nuevos en los últimos dos años escolares.

La población de estudiantes de inglés (English Language Learners, ELL) de CASA aumentó de menos de 40 en 2018 a casi 100 de sus 300 estudiantes el año pasado, según los datos de la ciudad. Los estudiantes que están aprendiendo inglés a menudo tardan más en graduarse y el porcentaje de los que terminan la escuela superior en cuatro años es menor que el de sus compañeros.

A bird's eye view of two sets of hands and legs sitting next to each other.
Las hermanas Genesis Callero y Karen Callero. (Thalía Juárez for Chalkbeat)

En el caso de los ELL que empezaron la escuela superior en 2017, aproximadamente un 56% se graduaron en cuatro años, y un 67% en seis años.

Esto se compara con un 80% de todos los estudiantes de la clase de 2017 que se graduaron en cuatro años y un 87% en seis años.

En años recientes, “las escuelas que nunca habían tenido una alta población de estudiantes inmigrantes de repente las tenían, y el ajuste tuvo sus complicaciones”, dijo Liza Schwartzwald, Directora de Economic Justice and Family Empowerment en la New York Immigration Coalition, una organización de defensa.

Pero recalcó que “sigue siendo responsabilidad de la escuela” buscar de los muchos recursos disponibles para apoyar mejor a los estudiantes recién llegados.

Las alegaciones en CASA representan un “ejemplo atroz de la manera incorrecta de hacer este trabajo”, dijo ella.

Las escuelas tienen alternativas para ayudar a los estudiantes inmigrantes

Sin duda, algunos adolescentes mayores que todavía están aprendiendo inglés podrían beneficiarse de una escuela diseñada más específicamente para atender a estudiantes recién llegados de más edad, sobre todo si están en peligro de quedar fuera del sistema por su edad y tienen un retraso considerable en los créditos, dijeron educadores y defensores.

Pero esa no era la situación de los estudiantes a los que se les pidió transferirse de CASA, todos los cuales tenían 19 años o menos, habían aprobado al menos algunos de sus otros exámenes Regents, y habían acumulado todos o casi todos los créditos que necesitaban para graduarse, según el personal y las familias.

Los educadores dijeron que la escuela, que ha contratado a varios maestros de inglés como nuevo idioma en los últimos años, era más que capaz de guiar a los estudiantes a aprobar el examen ELA. Ellos solamente necesitaban un poco más de tiempo.

“Hubiésemos podido 100% lograr que obtuvieran la puntuación requerida en ese tiempo”, dijo un empleado de CASA. “No tengo ninguna duda”.

Las escuelas tienen otras vías para apoyar a los estudiantes inmigrantes que tienen dificultades con los exámenes ELA de Regents que no incluyen obligarlos a transferirse, dijo Rita Rodríguez-Engberg, Directora del Immigrant Students Rights Project de Advocates for Children, una organización sin fines de lucro que trabaja en nombre de los niños vulnerables.

Ellos pueden referir a los estudiantes a clases nocturnas adicionales en los Young Adult Borough Centers sin que tengan que cancelar su matrícula, y hay un proceso de apelación del examen ELA de Regents específico para los ELL que no aprueban el examen pero que logran una puntuación bastante cercana al límite de aprobación.

“Hay varias opciones”, dijo Rodríguez-Engberg. “Uno no le pide a un estudiante que se vaya”.

Las familias batallan con las consecuencias de ser transferidos

Los estudiantes inmigrantes que abandonaron CASA tenían diferentes historiales y perfiles académicos, pero todos estaban progresando en la escuela y ninguno quería irse de repente en la primavera de año senior, según las entrevistas con los estudiantes y sus familias y los expedientes que revisó Chalkbeat.

Uno de ellos, un joven de 17 años recién llegado de Venezuela, se ganó rápidamente la admiración del personal y los estudiantes desde que se matriculó el pasado otoño por su comportamiento alegre y su inspiradora historia, dijeron su familia y el personal. Su mamá pidió que no se usara su nombre porque la familia tiene un caso de inmigración abierto.

En su informe de notas más reciente, emitido en marzo alrededor de la fecha en que se fue de la escuela, obtuvo un promedio de 85% y comentarios de los maestros elogiando su “excelente progreso”, “participación constante” e “iniciativa”, según una copia revisada por Chalkbeat.

El adolescente relató su difícil experiencia como inmigrante en una película producida por estudiantes y transmitida en los televisores de la oficina principal y los pasillos de la escuela, según un vídeo visto por Chalkbeat.

La familia quedó devastada con la noticia de que él no podría seguir en la escuela.

Su mamá dijo que le preguntó a Wauchope sobre alternativas que le permitieran a su hijo permanecer en CASA, como matricularlo en clases nocturnas de inglés o esperar más para graduarse. Wauchope no cedió y la madre acordó transferir a su hijo.

“Yo sentí que fue algo malo que hicieron”, dijo. Pero en ese momento se sintió impotente. “A veces uno, por miedo, porque somos migrantes, nosotros no decimos que no, sino que hacemos lo que nos dicen”.

Eso no impidió que la mujer siguiera abogando por su hijo. Ella volvió a reunirse por segunda vez con Wauchope y le dijo a la principal que la decisión le parecía injusta, dijo.

También visitó un centro de matrícula y les pidió que volvieran a matricular a su hijo en CASA. La mamá cuenta que le dijeron que la escuela estaba llena y que no podían aceptar más estudiantes.

El niño estaba destrozado, pero le dijo a su mamá: “Si es para graduarme, bueno, no importa”.

Ahora está asistiendo a New Dawn, pero a menudo se pasa por CASA para saludar a sus compañeros y maestros.

“Me dolió mucho porque lo veo ahora y no quiere ir a clase”, dijo su mamá. “Se desestabilizó totalmente. Literalmente su mundo giró, total”.

La noticia fue igual de dura para Carolina, una senior guatemalteca de 19 años. Desde que llegó a CASA hace tres años, había progresado significativamente en aspectos académicos, sociales y de idioma.

La adolescente, que nos pidió que solo usáramos su segundo nombre por miedo a consecuencias por ser inmigrante, tuvo dificultades al principio para adaptarse a una escuela nueva y un país nuevo.

“Cuando pasaron los tiempos, me fui adaptando. Entiendo un poquito y hablo un poquito” de inglés, dijo.

La asistencia de Carolina había flaqueado este año, y todavía tenía que aprobar dos exámenes Regents, según la información de la transcripción académica compartida con Chalkbeat. Pero tenía esperanzas de graduarse pronto y pensaba solicitar admisión a la universidad o irse al ejército.

Cuando Wauchope le dijo a Carolina a finales de febrero que no podría graduarse en CASA y que se transfiriera, la adolescente se sintió abatida ante la idea de abandonar la escuela que había sido su hogar durante tres años.

Recuerda haber suplicado en la reunión, “no podría adaptarme en otra escuela o con otras personas”.

Ella y su mamá rogaron que le dieran oportunidad de quedarse en la escuela, prometiendo redoblar sus esfuerzos para aprobar el examen. Pero Wauchope se mantuvo firme, según la familia. (Un empleado de CASA señaló que la adolescente sigue técnicamente en la lista de estudiantes de CASA, probablemente porque nunca fue oficialmente dada de baja. Pero la mamá de Carolina dijo que ella no tenía conocimiento de eso.)

A pesar de sus reticencias, Carolina decidió finalmente darle una oportunidad a New Dawn.

Según la adolescente y su mamá, un viernes por la mañana del mes pasado se dirigió a la escuela, que está más lejos de lo que está acostumbrada, y cuando llegó las clases ya habían empezado. Aunque Sara Asmussen, fundadora y directora ejecutiva de New Dawn, dijo que la escuela “acepta estudiantes todo el año sin ningún requisito de admisión”, Carolina dijo que el personal de la escuela le pidió, en inglés, que regresara el lunes.

Carolina nunca volvió. Desde entonces no ha vuelto a esa escuela, ni a ninguna otra.

Traducido por Milly Suazo-Martinez

Michael Elsen-Rooney es reportero de Chalkbeat New York y cubre reportajes sobre las escuelas públicas de Nueva York. Para comunicarte con Michael, envíale un email a melsen-rooney@chalkbeat.org.