Escuela Superior de la Comunidad Fairhill; un ave fénix

Una de las seis “escuelas aceleradas” que les ofrece a los estudiantes de más edad una ruta nueva para conseguir el diploma.

This article was originally published in The Notebook. In August 2020, The Notebook became Chalkbeat Philadelphia.

De acuerdo con la mitología, el ave fénix era un pájaro sagrado que resucitaba de sus cenizas. Es apropiado por lo tanto que el fénix sea la mascota de la Escuela Superior de la Comunidad Fairhill, una escuela en Kensington que les da otra oportunidad a quienes han abandonado la escuela como Samuel Estevez, de 17 años.

“Yo estaba completamente desubicado en la Superior Kensington”, dijo Estevez mientras perfeccionaba un ensayo persuasivo en el laboratorio de computadoras. Pero después de dejar de ir a Kensington, se quedó en la casa por un mes y entonces se dio cuenta de que “no iba a llegar a ningún sitio en la vida” sin un diploma.

Él supo de Fairhill por su novia, que recientemente se graduó, y encontró que era un lugar mucho más amigable. “Aquí vengo a la escuela todos los días”, dijo. “Los maestros no juegan. Lo de ellos es enseñar. En Kensington, te podías ir de una clase… y nadie te decía nada”.

Fundada en 2004, Fairhill es una de seis “escuelas aceleradas” diseñadas para atraer a los estudiantes mayores de edad con pocos créditos y encaminarlos a conseguir su diploma de escuela superior. Les está dando nuevas esperanzas a más o menos 225 estudiantes y tiene una lista de espera de 300.

La organización sin fines de lucro que opera a Fairhill, IECI/One Bright Ray, Inc., tiene un acuerdo de abrir la “Escuela Superior de la Comunidad del Norte de Filadelfia” esta primavera para 100 estudiantes, algunos de ellos provenientes del sistema de justicia juvenil. Debido a la alta demanda, el Distrito está planificando abrir otra escuela acelerada este verano.

Hay una evaluación de las escuelas aceleradas trámites, pero todavía no existen datos sólidos de cuán efectivas son estas pequeñas escuelas privadas en lograr que los estudiantes se gradúen y sigan su educación o encuentren trabajos. El principal Marcus Delgado dijo que en menos de cuatro años Fairhill les ha otorgado diplomas a 87 estudiantes.

Es muy claro que en Fairhill muchos estudiantes se benefician. Estevez está en camino a graduarse en septiembre y tiene planes de matricularse en una escuela de barbería y abrir su propio negocio. Sasha Bernard, de 17 años, encontró a Fairhill por recomendación de una maestra de matemáticas en Edison quien notó que ella estaba luchando por mantenerse a flote.

“Aquí los maestros… se aseguran de que termines el trabajo”, dijo mientras compilaba un “Diccionario de Hamlet” usando el programa PowerPoint. “En Edison no les importaba lo que hicieras, siempre y cuando no causaras problemas”. Ella está en camino a graduarse en marzo de 2009 y quiere entrar en el campo de la medicina.

Es requisito entrevistar

Delgado dijo que los estudiantes se aceptan cuatro veces al año después de pasar por un intenso proceso de entrevistas en el cual él determina si tienen una intención seria de regresar a la escuela. Él calcula que admite 90 por ciento de los estudiantes que entrevista.

Algunos estudiantes, dijo, llegan a Fairhill sin créditos; algunos han estado fuera de la escuela por cuatro o cinco años El nivel de lectura de algunos es menor del de un estudiante de sexto grado. Para ayudarles a tener éxito, Fairhill ofrece una gama de servicios de apoyo, que incluye una trabajadora social y terapista y una clase de servicios de apoyo durante la última hora de clases todos los días. Allí, los estudiantes reciben instrucción con una proporción de diez estudiantes por maestro. Además, hay servicios de tutoría disponibles después de la escuela todos los días hasta las 4 p.m.

El centro de cuidado diurno para niños de Fairhill es sumamente importante para estudiantes como Ashley Howell, de 18 años, ya que su hijita de 18 meses está matriculada ahí. Después de abandonar sus estudios en Edison Howell se quedó en su casa por cuatro meses, pero decidió obtener su diploma en parte para poder ofrecerle algo mejor a su hija. “Ya no estaba viviendo solamente para mí. Estaba siendo egoísta si no regresaba a mejorar el futuro de ella”, dijo.

Howell tiene una asistencia perfecta, y aspira a estudiar enfermería después de graduarse el próximo enero. Como otros estudiantes, ella le da crédito por su cambio al ambiente de apoyo de la escuela. “Aquí todo el mundo te conoce”, explica. “Sientes que te quieren”.

Los salones de clase combinan aprendizaje estructurado y proyectos individuales como parte de los “módulos” o sesiones de aprendizaje de ocho semanas. Además de las materias básicas, todos los estudiantes participan en media hora de lectura todos los días. Cada clase lee el mismo libro, y la meta es leer cuatro libros al año. Los títulos van desde los clásicos como Hamlet hasta Third and Indiana de Steve López.

“Pero antes de que les enseñemos destrezas, les enseñamos a respetarse”, Delgado dijo, y eso comienza con un estricto código de vestimenta. Mientras calmadamente entran a la escuela un poco antes de las 8 a.m., nadie está vestido con camisas desaliñadas, tenis, ni pantalones caídos. En su lugar, las niñas usan una bonita camisa verde de Fairhill, una falda negra, medias negras hasta la rodilla y zapatos estilo oxford. Similarmente, los varones usan una camisa verde, pantalones negros y oxfords.

Atareados días de verano

La escuela está en sesión todo el año, con excepción de un descanso a fines de agosto. La sesión de verano es un proyecto de servicio hecho por grupos de 50 estudiantes. En el pasado, los estudiantes crearon DVDs documentales y libros con sus escritos. Este verano, desarrollarán un jardín comunitario y también una hoja de distribución para instruir a los residentes sobre cómo obtener los servicios que necesiten de la ciudad.

Para recibir un diploma los estudiantes no tienen sólo que obtener 23.5 créditos, sino también completar un seminario en su año senior, pasar exámenes básicos de competencia en matemáticas e inglés, y hacer una presentación en PowerPoint sobre un tema relevante a su futuro o de interés personal.

También completan un internado de un mes (coordinado por la escuela) durante el segundo verano en Fairhill, y los estudiantes han completado internados en la planta embotelladora de Coca-Cola y otros negocios del área. Dos módulos antes de graduarse, cada estudiante se reúne con el trabajador social de la escuela para planificar lo que hará después de la graduación. Después de obtener sus diplomas, Delgado calcula que aproximadamente 30 por ciento de los estudiantes de Fairhill continúan su educación y el resto empiezan a trabajar.

Un componente clave de la filosofía educativa de Fairhill parece ser la presión de grupo pero en este caso positiva, que es evidente en la clase del maestro de historia Brandon Grodnitzky. Durante una mañana reciente los estudiantes estaban trabajando en pequeños grupos creando carteles que mostraran las cinco características de la civilización en relación a la antigua Sumeria. Crystal Rosario se detuvo a explicar con lujo de detalles cómo los sumerios usaban un sello cilíndrico para registrar transacciones comerciales, un ejemplo de una de las características (mantenimiento de récords). “El resto de la clase trata de animar a quien esté teniendo dificultad”, dijo Grodnitzky.

Todo esto no significa que en Fairhill no haya retos difíciles. Algunos estudiantes no tienen éxito, inhibidos mayormente por asuntos personales y de familia, según Delgado. Hay papelitos rosados, pero la mayoría no son por causar problemas sino por no estar dispuestos a hacer el trabajo — algo que no se tolera y causará que un estudiante sea removido de la clase.

“Nuestras reglas no se rompen”, dijo Delgado. “Ellos saben que si no quieren hacer el trabajo, hay otros estudiantes que felizmente ocuparán su lugar”.