Currículo cambiará debido a los Common Core standards

Los críticos advierten que los continuos exámenes de aptitud académica y la falta de adiestramiento para maestros podrían afectar esta reforma.

This article was originally published in The Notebook. In August 2020, The Notebook became Chalkbeat Philadelphia.

Si usted nunca ha escuchado sobre los Common Core standards (estándares básicos en común), es hora de tomar nota. Éstos podrían tener un efecto enorme en lo que los estudiantes aprenderán, y posiblemente también en los exámenes que toman para medir su progreso.

Por muchos años se ha intentado crear estándares académicos uniformes que sean lo suficientemente estrictos como para asegurar que los estudiantes de cada estado estén listos para la universidad o el ámbito laboral. Está siendo impulsado por la administración Obama con ayuda de organizaciones como la Bill & Melinda Gates Foundation. La meta es elevar el desempeño nacional y lograr que los estudiantes estadounidenses puedan competir más con los del extranjero.

Los que llevan mucho tiempo proponiéndolo señalan que los estándares estatales individuales varían mucho en términos de rigor y expectativas. Ellos argumentan que si los mejores educadores determinan estándares claros de lo que un estudiante debe saber y poder hacer en cada grado, y esos estándares se usan en todo el país, todos se beneficiarían. También dicen que eso no requiere dictar lo que sucederá en el salón de clases.

Los oponentes tienen otras razones para "enseñar lo que sale en el examen" y señalan que este esfuerzo no resolverá las persistentes diferencias en desempeño entre los estados.

Pensilvania es uno de los 45 estados que han adoptado los estándares básicos en común, y se espera que la Junta de Educación del estado apruebe la adopción final en mayo.

El Departamento de Educación del estado planifica revisar su examen anual, el PSSA, para que refleje los estándares nuevos y más rigurosos.

Y los distritos del estado, incluyendo Filadelfia, están tratando de determinar qué significará esto para su currículo, instrucción y métodos de enseñanza y aprendizaje.

Los borradores de los estándares de matemáticas y artes del lenguaje en inglés fueron publicados en el 2012, auspiciados por el Centro de Mejores Prácticas de la Asociación Nacional de Gobernadores y el Consejo de Funcionarios Escolares Estatales.


En ese momento, la directora de educación de la Gates Foundation Vicki Phillips dijo, "Lo que han producido es un conjunto de estándares consistentes que son suficientemente claros y estrictos como para preparar a todos los estudiantes para el éxito".

Lo que en realidad produjeron, dicen los críticos, es un despilfarro de recursos que pudieron haberse aprovechado mejor en los salones de clase.

No resuelven la ‘brecha en desempeño’

En un informe reciente, Tom Loveless de la Brookings Institution cuestiona cuánto efecto estos estándares (y cualquier otro conjunto de estándares nacionales uniformes) pueden tener. Las diferencias en desempeño estudiantil dentro de los estados son mucho más amplias que las que existen entre estados, dice él, citando un estudio hecho en el 2006 por el National Center for Education Statistics, que no encontró ninguna relación entre el rigor de los estándares estatales y el desempeño de los estudiantes.

Las brechas de desempeño dentro de un estado ocurren mayormente entre razas, índices de pobreza, ingresos y otros factores demográficos. De acuerdo con los datos recopilados por la Pennsylvania State Education Association, Pensilvania tiene una de las brechas en desempeño más grandes del país.

Loveless nota que todos los estados han tenido sus propios estándares académicos ya que fue requisito de la ley federal No Child Left Behind en el 2003, y que tenerlos ha hecho muy poco por cerrar esas brechas.

"Simplemente hay una gran diferencia entre la intención de los que redactaron [los estándares], lo que los maestros enseñan y lo que los niños aprenden", dijo él. "El país tendrá que buscar maneras de mejorar sus escuelas en otro lugar".

Adam Tucker, un funcionario de la Gates Foundation, dice que los críticos como Loveless pasan por alto que tener estándares nacionales logrará que los educadores de todo el país hablen el mismo lenguaje – por ejemplo, lo que funciona en Massachusetts se podrá traducir más fácilmente a lo que funciona en Montana.

"Adoptar solamente los estándares no aumentará el desempeño de los estudiantes", añadió. "Es cuestión de cómo los estados y distritos trabajen con sus escuelas".

Carolyn Dumaresq, subsecretaria de educación primaria y secundaria de Pensilvania, se siente optimista sobre el potencial de los estándares para elevar el desempeño estudiantil. En matemáticas, "Hay que hacer un poquito más de trabajo para encontrar la respuesta", dijo Dumaresq. Los nuevos estándares significan que ciertas materias se introducirían dos o tres grados antes que ahora, dijo ella.

Jean Dyszel, consultora del Departamento de Educación de Pensilvania, añadió: "Hay más énfasis en redacción informativa, un análisis de texto más profundo, más uso de evidencia basada en textos".

Esta pasada primavera, el PDE revisó las preguntas para reflejar los Common Core standards en los exámenes Keystone propuestos para los estudiantes de escuela superior, que están en pruebas de campo actualmente. "Hemos visto una pequeña reducción en las puntuaciones. Eso sirvió como alerta", dijo ella.

Dumaresq advirtió que quizás también ocurran reducciones cuando los exámenes PSSA de los grados elementales se alineen a los nuevos estándares. Esto se ha programado en la primavera de 2014 para los grados 3ro al 5to, y un año después para los grados 6to – 8vo, después de haber hecho pruebas de campo.

Los exámenes son clave

Las discusiones sobre los estándares de por sí son menos acaloradas que las discusiones sobre el proceso de evaluación que los acompañará.

En una entrevista publicada en el sitio Web Teaching Matters, la profesora de educación de la Stanford University Linda Darling-Hammond dijo que los estándares contenían "mucha cantidad de lenguaje bueno … sobre pensamiento crítico y solución de problemas".

Añadió, sin embargo, que el resultado final dependería de otros factores como qué tipo de adiestramiento habrá para los maestros y cómo se estructuren los exámenes. Pensilvania ha recortado muchísimo sus gastos de educación, y los distritos como Filadelfia han tenido que hacer recortes en el apoyo y adiestramiento de los maestros.

Darling-Hammond expresó preocupación de que al final, los exámenes todavía serán frecuentes, pondrán mucho en juego, y serán de selección múltiple, prediciendo que no cambiarán lo suficiente para poder medir las destrezas de pensamiento más elevado y de redacción que los Common Core procuran promover.

También notó que todo este método contrasta mucho con lo que ocurre en países de alto desempeño como Finlandia y Singapur, donde no hay exámenes anuales que ponen mucho en juego.

Su inquietud es compartida por muchos otros defensores. En vez de un currículo amplio e integral, "seguiremos viendo un método de enseñanza de acuerdo con los exámenes", predijo Monty Neill, director ejecutivo de FairTest, un grupo de defensa con sede en Boston que trabaja para evitar el mal uso de los exámenes estandarizados.

"Es un modelo de centralización de arriba hacia abajo", dijo Neill. "Nos debe preocupar si produce la mediocridad requerida o una alta calidad".


Stan Karp, director del Secondary Reform Project del Education Law Center de Nueva Jersey, describió el movimiento completo como un "proceso de arriba hacia abajo impulsado por dólares federales". Karp también cita el potencial para "ganancias excesivas".

"Los exámenes basados en computadoras significan más dinero para las compañías de datos; dinero que debería ir a los salones de clase", dijo él.

Diane Ravitch, prominente crítica de las tendencias de reforma actuales, ha descrito el esfuerzo como un "outsourcing" en el que se contratan publicadores educativos y compañías que hacen exámenes para que ellos tomen las decisiones cruciales sobre instrucción y currículo.

La perspectiva desde Harrisburg, sin embargo, es que adoptar los Common Core standards "pondrá a nuestros estudiantes en un nivel más competitivo", de acuerdo con Dumaresq.

"Necesitarán menos clases remediales cuando vayan a la universidad", dijo ella. "Pero quiero que todos entiendan que esto va a tomar tiempo".